Estaca de Bares: la punta más septentrional de la Península Ibérica, en el corazón de las Rías Altas
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Faro de Estaca de Bares. |
Que Estaca de Bares es el punto más septentrional de la Península Ibérica es un dato objetivo. En cambio, es discutible que sea la frontera imaginaria donde se mezclan las aguas del mar Cantábrico y del océano Atlántico, sobre todo porque esa situación también la reclama para sí Cabo Ortegal.
En cualquier caso, esta punta del
municipio de Mañón (A Coruña) es el
corazón de las Rías Altas gallegas, y sus sobrecogedores acantilados compiten en belleza y espectacularidad con todos los que nos han asombrado en la
ruta por los faros de Ferrolterra.
El faro de Estaca de Bares está levantado a 101 metros del mar sobre el montículo Ventureiro, que se prolonga en un extenso pedregal hasta la mismísima punta. Sirve al tráfico marítimo desde 1850, y en sus dependencias funcionan hoy en día, entre otros servicios, una estación meteorológica y una estación transmisora de correcciones diferenciales DGPS para la navegación marítima, última tecnología mundial de ayuda a la navegación.
En su entorno, un parque eólico aprovecha los fuertes vientos que se registran en la zona, y se pueden ver los restos de una base americana abandonada a principios de los años 90, molinos de agua y un observatorio ornitológico.
Termina en Estaca de Bares la
ruta por los faros de Ferrolterra iniciada en
Cabo Prioriño (Ferrol), pero no la deis por finalizada sin conocer los alrededores, pues mucho del atractivo que supone alcanzar la
punta más al Norte de toda la Península Ibérica reside en el camino de acceso.
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Vista desde los acantilados de Loiba (Ortigueira). |
De camino a Bares, después de Espasante (Ortigueira) se encuentran los acantilados de Loiba, donde el mar ha arrancado la tierra a dentelladas y ha dejado esparcidos los pedazos. Las decenas de peñascos que emergen del agua afilados como cuchillos forman en verdad un conjunto amenazante.
Y en Bares merece la pena desviarse hacia el mirador de O Semáforo, una antigua señal marítima ahora reconvertida en un hotel con ese nombre, desde donde se divisa al fondo la isla de Coelleira –situada ante la punta de O Vicedo, señala la entrada de la vecina ría de Viveiro–, y a nuestros pies, el pequeño puerto de Bares, con una escollera supuestamente de origen fenicio que protege su playa de las corrientes.
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Bares y, al fondo, isla de Coelleira. |
Al fondo de la ría, en este mismo margen se encuentra la villa de O Barqueiro, un llamativo conjunto de casas de color blanco apiñadas en la ladera, entre las que destacan algunas de las más antiguas, de fachada de piedra y balcones de madera de colores. Cafeterías, restaurantes, pequeños hoteles, pensiones y empresas de actividades náuticas que se anuncian en el puerto dan idea de que la tranquila vida marinera que llevan sus habitantes se agita mucho en periodos de vacaciones.
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O Barqueiro. |
Frente a
O Barqueiro, al otro lado de la ría está el pueblo de
O Vicedo –ambos dan nombre indistintamente a esta pequeña ría–, pero O Vicedo pertenece ya a la provincia de Lugo, al
geodestino Mariña Lucense, del que os hablaré en próximas entradas.
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Soy periodista. Cofundadora y directora de la editorial Belagua.
Trabajo en proyectos editoriales centrados en la comunicación turística de Galicia, y desarrollo tareas editoriales, de comunicación y de creación y gestión de contenidos para todo tipo de publicaciones.
Soy navarra, vivo en Vigo y adoro Galicia.
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