El faro de Cabo Silleiro se alza en el punto en el que la costa gallega comienza su descenso rectilíneo hacia Portugal, por lo que presta un importante servicio a los barcos que navegan por estas aguas. Situado en el término de Santa María de Oia, se eleva a 85 metros del mar por encima de la carretera que conduce a A Guarda. Construido en 1924, es reconocible por su torre octogonal con bandas rojas y blancas adosada a un edificio de planta rectangular.
En los días de temporal, el entorno de Cabo Silleiro es uno de los lugares donde mejor se disfruta del espectáculo de las olas, pues es una costa completamente abierta al Atlántico y con enormes bajos contra los que bate el mar.
La imagen fue tomada ayer por la tarde, segundo día del temporal “Nicki”, el mayor de este otoño, que inundó de lluvia toda Galicia y en la costa provocó diversos daños.
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