Galicia, puerto náutico de Europa

Cuando, el pasado día 5 de junio, a las 16:00 horas, tras recorrer 5.000 millas desde Brasil, arribó al puerto de Vigo el VO 70 Movistar, patroneado por Pedro Campos, se hizo patente para todos los gallegos la realidad de la Vuelta al Mundo a Vela Volvo Ocean Race y la dimensión de un acontecimiento de repercusión internacional del que venían oyendo hablar desde hace dos años. El barco, el monocasco de vela más rápido del mundo, y el único español que participa en este desafío transoceánico, despertó la curiosidad del público. La ría de Vigo y las inmediaciones de las islas Cíes se llenaron de embarcaciones de vela y a motor que escoltaron hasta puerto al símbolo irrefutable de la potencia de Galicia en el mundo de la vela. Porque, si bien es verdad que el VO 70 Movistar representa a España en esta competición, el hecho de que Galicia fuera designada por la organización de la Vuelta al Mundo a Vela sede de la salida de tan prestigiosa regata (diciembre de 2003), situó a la Comunidad gallega en el punto de mira de la elite de la vela mundial y revalidó su potencial como destino náutico en Europa.

© Ricardo Grobas

El recibimiento en tierra fue emotivo. El director del equipo, el gallego Pedro Campos, que tomó el relevo al timón del Movistar en la bocana de Cíes para hacer las 13 últimas millas de travesía y una espectacular entrada en la dársena de A Laxe, con todo el velamen desplegado, recibió la bandera de Galicia de manos de las autoridades autonómicas y locales en medio del fervor popular y la música de gaitas.

En los meses previos a la salida, tras duras pruebas en otros mares, cinco de los siete equipos participantes estuvieron en aguas gallegas. El sueco Ericsson eligió el puerto de Vigo como base de operaciones. En el mar, los aficionados pudieron disfrutar en muchas ocasiones de sus sesiones de entrenamiento e intentar seguir la estela de un barco de competición que, con la más leve brisa, cobra una velocidad inusitada. Las embarcaciones deportivas que habitualmente pueblan la ría tenían esos días un atractivo añadido en sus paseos hacia Cíes, Baiona o la Costa da Vela. La curiosidad era común a bordo de todas ellas. Prismáticos y cámaras de fotos, indispensables.

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Parecido ambiente se vivió en Sanxenxo. Aquí tuvieron su base el Movistar, el Piratas del Caribe (la particular operación de marketing de la cinematográfica Disney) y los dos equipos holandeses ABN AMRO 1 y ABN AMRO 2. Siete horas de navegación diaria, una de gimnasio y un día libre a la semana –si se podía, el domingo– era el similar plan de trabajo de todas las tripulaciones.

En esta capital gallega del turismo de playa, su presencia no pasó desapercibida: cada equipo de la competición mueve a unas 70 personas (tripulantes y suplentes, personal de mantenimiento y asistencia técnica, médicos, nutricionistas, entrenador, fisioterapeuta, administrativos, personal de logística y de prensa…) con sus familias.

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El desplazamiento de las familias es habitual cuando se trata de una regata que, como ésta, durará siete meses. Y para que la vida personal no se vea más alterada de lo estrictamente necesario, el alojamiento en Galicia de los regatistas se realizó, fundamentalmente, en pisos y apartamentos. De forma particular, como haría cualquiera en un lugar ajeno –señalan desde la organización– realizaron visitas turísticas a Santiago y A Toxa o excursiones por las Rías Baixas.

Si para algo ha servido la Volvo Ocean Race, considerada entre los diez eventos deportivos más importantes del mundo, ha sido para promocionar entre los amantes de la náutica las grandes posibilidades de la Comunidad gallega como destino de turismo náutico. “Quienes recalan aquí descubren que tenemos condiciones de navegación inmejorables, pues se puede navegar los 365 días del año”, señala el presidente de la Asociación de Marinas de Galicia, José Manuel Teijido. “Y esto –continúa– es un gran atractivo para los extranjeros, que tienen mucha más tradición de navegar, que les gusta salir a disfrutar del mar, sea la época que sea, porque aquí cuentan con más horas de luz solar”.

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Pero el atractivo no reside sólo en las condiciones naturales de Galicia, sino en unas infraestructuras y servicios de calidad en los puertos, con más de 6.000 amarrres en toda la costa.

Así, de cara a las embarcaciones en tránsito, es primordial el papel que juegan en Galicia sus ocho marinas: el Puerto Deportivo de Viveiro, en Lugo; Marina Sada, en Sada (A Coruña); la Dársena Deportiva de A Coruña; Marina Vilagarcía, en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), Nauta Sanxenxo, en Sanxenxo (Pontevedra), Punta Lagoa, y Davila Sport, en Vigo, y el Puerto Deportivo de Baiona. Las ocho instalaciones cuentan con 3.000 amarres –el 50% del total de Galicia– pero ocupan mayor superficie de agua, ya que su oferta de plazas grandes para barcos en tránsito supone entre el 15% y el 20%. Pero, además de amarres, el usuario encuentra todo tipo de servicios dentro de las instalaciones: talleres, grúas, suministros, material técnico, escuelas de vela, empresas de charter náutico, de alquiler de vehículos, seguridad las 24 horas del día…

Los pantalanes están muy protegidos, con láminas de aguas tranquilas, y en ellos los barcos pueden incluso invernar y recibir el mantenimiento necesario durante su estancia. Con todo ello, Galicia se sitúa entre las Comunidades con un conjunto de puertos de los más modernos de toda España.

© Ricardo Grobas

“El servicio ha cambiado radicalmente. En cinco o seis años, en Galicia hemos pasado del negro al blanco” –insiste Teijido–. Afortunadamente, en el mundo de la náutica funciona mucho el boca a boca y nuestras instalaciones son cada vez más conocidas y valoradas”. Tanto que este año ha habido “un pequeño repunte” en verano, al alargarse más los tránsitos y mantenerse en el mes de septiembre.

Al margen de las marinas, navegantes y deportistas cuentan con otro tipo de instalaciones portuarias, pertenecientes a clubes náuticos privados o a Puertos de Galicia, donde poder amarrar y obtener servicios básicos.

La elección de Galicia como punto de salida de la Vuelta al Mundo a Vela es un síntoma, en definitiva, de la capacidad logística de los puertos gallegos para hacer frente a las necesidades de servicios y a contratiempos que surjan a cualquier navegante.

Pasada la prueba, el auge del turismo náutico y la cada vez más extendida afición por la vela y la náutica deportiva y recreativa en las costas gallegas propiciarán la consolidación de estas zonas deportivas como motores de las economías de estas comarcas costeras con tantas posibilidades de ocio y disfrute que ofrecer.