La vida del gallo de corral es corta, pero como la de todos los animales que se crían al aire libre, tiene calidad. Triste consuelo —lo admito—, pero indispensable para satisfacer el exigente paladar humano.
Visitamos Vila de Cruces (Pontevedra) en un socialtrip gastronómico con ocasión de la vigésima edición de la Festa do Galo de Curral, declarada de interés turístico gallego, y conocimos in situ cómo se crían las aves emblemáticas de esta localidad, cuya carne ha logrado penetrar en los mercados de Rusia, Shangai, Arabia Saudí y Dubai y estar presente en las mesas de algunos de los mejores restaurantes españoles, como los de Albert Adrià (Barcelona) y Martín Berasategui (Lasarte, Guipúzcoa).
Los artífices de esta expansión fuera de las fronteras galaicas son los nueve criadores de la Cooperativa Vicogalo, con explotaciones en distintos municipios de la comarca de O Deza, cuya filosofía se resume en un concepto: la dignificación de la vida en el medio rural para frenar su despoblación.
Con cariño, gusto y dedicación, Vicogalo aspira a lograr la viabilidad económica de una carne que se ha producido desde antaño en los hogares de O Deza y lleva siglos reinando en las fiestas patronales, las Navidades y las ocasiones señaladas. Para conseguir la calidad suprema del gallo de corral, no escatiman esfuerzos, y experimentan con diversos tipos de cultivos para obtener el alimento más completo para sus animales.
La producción de Vicogalo está regulada por el único Decreto de Avicultura Artesanal de todo el Estado, aprobado por la Xunta de Galicia en 2001, y se comercializa despiezada en bandejas para hacerla más operativa para restaurantes y tiendas gourmets. Patas, mollejas, sangre, pechugas, alas, cuellos, jamoncitos, chuletón y solomillos; salchichones, chorizos y hamburguesas, brochetas de vieira y gallo, y rollitos de algas y gallo constituyen productos gastronómicos bajos en grasa, muy sabrosos y con muchas proteínas y vitaminas. El secreto de la calidad de la carne no es otro que una alimentación a base de trigo, maíz, habas y verdura de temporada, y la vida en libertad.
El gallo de Cruces, como lo denomina esta cooperativa de apenas un año de vida, es de raza Mos, autóctona de Galicia, no modificada genéticamente, y de crecimiento lento. La más antigua de la Península, sus orígenes se remontan a la época prerromana.
En las explotaciones de los socios de Vicogalo, los gallos y gallinas campan a sus anchas porque están cercadas con un alambrada cimentada al suelo para evitar las excavaciones de raposos, y por arriba con tela metálica contra los ataques de las rapaces. Bajo un frondoso bosque de castaños o camufladas entre la hierba —el estilo de las fincas es muy variado— las aves picotean en los comederos y por el suelo y cuando les parece se refugian en sus casetas de madera.
Los gallos, de porte elegante, denso plumaje y cola hacia arriba, se sacrificarán con 9 meses, cuando su carne está en el punto justo; las gallinas se dejarán crecer hasta los 2 años, y las pulardas, las que proporcionan la carne más sabrosa y delicada, se sacrificarán con tan solo 5 meses de vida. De acuerdo con el Decreto de Avicultura Artesanal, cada criador puede tener hasta 400 gallos y 50 gallinas ponedoras. Igualmente, cada explotación debe contar con al menos una hectárea y media destinada al cultivo de su alimento.
Paralela a la cría artesanal de gallos de raza Mos y a la recuperación de tierras abandonadas que conlleva, otra iniciativa de revalorización del mundo rural por parte de los socios de Vicogal ha sido la creación de la Ruta Turística Gastronómica y Etnográfica del Gallo de Corral de Vila de Cruces, que permite a los turistas dar de comer a las aves, participar en actividades rurales como la malla, la vendimia o la elaboración del aguardiente o disfrutar de la gastronomía de los restaurantes más selectos de Galicia.
Además, abren sus instalaciones a excursiones de colegios para concienciar a los niños de la calidad de los productos naturales y artesanales, y enseñarles a valorar las ventajas y satisfacciones de la vida en el campo.
Compartimos este socialtrip gastronómico, invitados por el Ayuntamiento de Vila de Cruces, con:
José Manuel García. Director del programa Come e fala de la CRTVG. @Jose_Ma_Garcia & Comeefala1
Fidel Martín. La parte contratante de la primera parte. @fidelmartin
Xavier Presas. Marketing y Social Media.@xavi_life
Javier Mosquera. Equipaxe de man. @javimos
Tania Carreira. Equipaxe de man. @ticiana84
Mónica Castelao. Deliciosamente galego. @GaliciousOnline & @castelao19
Alberto Ribas. Máis grelos. @alvientooo
Ver Vila de Cruces en un mapa más grande
[…] http://www.vivirgaliciaturismo.com/gallo-de-corral-producto-gourmet/ […]
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Gracias Edurne,fue un placer conocerte y el galo de cruces necesita profesionales como tu,para seguir siendo el rey de la mesa en estos tiempos tan mediaticos.
El placer fue mutuo, David, y el trabajo que estáis haciendo por vuestros pueblos merece que dé sus frutos. Mucha suerte!
Muy interesante, conocía el producto gastronómico, pero no la historia, y mira que se remonta siglos atrás!! Me encanta que se hagan visitas escolares, hay que concienciar a «las bases» 🙂 Bss
Pues sí, Inés. Fue una visita muy emotiva porque estas personas transmiten un amor a la aldea fuera de lo común, y están empeñados en recuperarlas, ofreciendo oportunidades de desarrollo económico para mejorar la calidad de vida de la población. Un abrazo!