El 16 de octubre pasado, con una ciclogénesis entrando en Galicia, el estado del mar en Camariñas no podía ser más propicio para adentrarnos, por la ruta litoral entre Cabo Vilán y el puerto pesquero de Camelle, en la larga y trágica historia de naufragios a la que debe su nombre A Costa da Morte. El más famoso, el del buque escuela inglés Serpent (1890), en el que perecieron 172 tripulantes y hubo 3 supervivientes. El último, el de la gabarra moldava Prima (enero de 2014), sin víctimas.
Como ellos, hasta 63 barcos han naufragado en este temible tramo de costa donde enfilan las corrientes del Cantábrico y el Atlántico y su confluencia provoca que deriven los barcos a tierra.
El faro de Cabo Vilán, construido en 1896, fue el primero de España y uno de los primero de Europa que utilizó la luz eléctrica para su funcionamiento. En una sala del antiguo pabellón de viviendas, convertida en Museo de los Naufragios, se exponen diferentes piezas antiguas del faro, al tiempo que en distintos paneles se explica la peligrosidad de este tramo de A Costa da Morte. El pabellón está unido a la torre del faro por una larga y empinada escalera cubierta, pero a esta zona no tiene acceso el público.
Punta do Boi es uno de los lugares señalados en la Ruta de los Naufragios, pues aquí se ubica el Cementerio de los Ingleses, ligado para siempre a la tragedia del Serpent, aunque sirvió de fosa común de otros muchos náufragos. Desde 1990 un monolito recuerda en él a todos los habidos en A Costa da Morte.
Los naufragios del Iris Hull (1883) y del Serpent motivaron que los ingleses denominaran Costa de la Muerte al tramo entre Cabo Vilán y Punta do Boi. La conmoción por el siniestro del Serpent fue tal que hasta mitades del siglo XX los barcos de la Marina inglesa que navegaban por estas costas disparaban salvas en honor de los guardamarinas del Serpent.
En los alrededores del Cementerio de los Ingleses pueden observarse bolos de cemento fraguado por el mar, que son los restos de la carga del buque francés Olimpye, hundido en 1955 con 4.800 toneladas de cemento en polvo. Un poco más allá, la playa de Trece, en una ensenada dominada por la duna rampante del Monte Blanco, ha sido el regazo de muchos cadáveres devueltos por el mar.
Han ocurrido tantas tragedias marítimas en esta costa que los pequeños pueblos de Arou y Santa María no pueden escribir su historia sin referencias a naufragios y barcos encallados frente a sus casas, pues las vidas de sus vecinos se han conmocionado y alterado con cada una: a los 27 tripulantes del Olimpye, por ejemplo, los rescató un pesquero de Camariñas, mientras que ante el drama de los náufragos del Iris Hull nada pudieron hacer los camariñanos para salvar sus vidas.
La Ruta de los Naufragios puede realizarse en coche por un camino forestal. Además, con una aplicación de Realidad Aumentada se puede obtener información multimedia sobre los naufragios en un radio de 5 kilómetros y escuchar el relato de los más significativos.
Durante el trayecto, te sorprenderá el paisaje virgen de la costa camariñana. Salvo unas casas en las playas de Riera, la estampa combina la abundancia de rocas y formaciones geomórficas con grandes extensiones de dunas recubiertas por matorrales, entre ellos el cada vez más escaso arbusto de la caramiña o camariña, de llamativas flores blancas, que da nombre al municipio.
En el punto final de la ruta, Camelle, hay también varios naufragios documentados, solo que este lugar está inevitablemente vinculado a la figura del alemán Manfred Man y a su malogrado museo al aire libre. Tras su muerte en 2002, angustiado ante la contemplación de la catástrofe del petrolero Prestige, que también tiñó de negro su obra, se pretende ahora recuperar su memoria y su legado.
Con su museo destruido por las labores de limpieza del Prestige y dos ciclogénesis posteriores, varios investigadores trabajan para referenciar internacionalmente a Manfred Man como un artista de Arte y Naturaleza, que se protejan las ruinas de su antiguo museo, y que el Centro Social de Camelle, denominado Casa del Alemán, albergue en sus salas la memoria de Man y la interpretación de su obra artística.
Hola, podrían decirme si las fotografías del libro se acompañan de descripciones, costumbres, historias en castellano e inglés?
Muchas gracias.
Un saludo.
Isaura
Los textos están escritos en castellano, gallego e inglés. Los que acompañan a las fotografías son meramente descriptivos del lugar.
[…] encantado en el macizo de Trevinca, Descubriendo los tesoros ocultos de A Ribeira Sacra do Miño, Por la ruta de los naufragios de A Costa da Morte, De Cabo Prioriño a Estaca de Bares por la ruta de los faros de las Rías Altas… Y muchas otras […]