Monte Louro. © Ricardo Grobas |
Ante el buen tiempo, comienza a barajarse la idea de subir más arriba y llegar a Camariñas. Pero por el momento nos hemos tomado el día de relax fondeados en la playa de Aguieira (Porto do Son), uno de esos parajes de entorno virgen que pueblan la costa gallega, de arena blanca, dunas y lagunas, ideal para el windsurf. Frente a nosotros, al otro lado de la ría, los montes Louro y Pindo. Lo más sorprendente de este lugar de la ría de Muros y Noia, la más al Norte de las Rías Baixas, es el chalé construido en un extremo del arenal, en lo que fue una antigua fábrica de salazón, a modo de pequeña fortaleza sobre el mar, con embarcadero de piedra incluido y un puente también de piedra para atravesar el canal de agua que la separa de la playa. Por su ubicación, claro está, no deja de causar curiosidad y perplejidad.
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