No importa la fecha en la que caiga, la Semana Santa suele marcar un cambio en nuestro ocio. El invierno se acaba, los días son más largos y en las horas centrales del día el sol suele calentar. A veces, incluso, la climatología nos regala un verano anticipado e inauguramos la temporada de playa. En general, suele significar nuestra primera escapada del año. Pero ¿adónde vamos en Semana Santa?
Uno de los destinos gallegos por excelencia es A Costa da Morte. En Semana Santa, los hoteles, casas rurales y campings de esta zona superan a menudo la media de ocupación en Galicia. La climatología más benigna se presta a las excursiones por los enclaves naturales de esta tierra mítica, y la cultura marinera que rezuman sus pueblos ejerce un interesante y complementario atractivo. Además, la oferta cultural en A Costa da Morte se incrementa durante estas fechas.
Desde hace 23 años, en los días de Semana Santa se celebra la Muestra Internacional del Encaje de Camariñas, una localidad con el nombre por siempre asociado al arte del palilleo. Artesanas de diversos países participan con sus creaciones, perfectamente integradas hoy en día en el diseño de ropa y accesorios como la joyería. Hay desfiles de moda, concurso de diseñadores noveles y este año, como novedad, otra demostración de modernidad: un encuentro de bloggers de moda. Sin olvidar el fascinante espectáculo en el que palilleiras de todas las edades demuestran su maestría en el manejo de los palillos y la finura de sus labores de bolillos.
Por toda A Costa da Morte existen pequeños museos donde se guardan historias y tradiciones de esta costa, algunos de los cuales reabren coincidiendo con la Semana Santa. El Museo del Encaje, en Camariñas; el castillo de Vimianzo, con un Museo del Traje; el Museo del Mar de Laxe; el Museo Marítimo del Seno de Corcubión, o el Ecomuseo Forno do Forte, en Buño (Malpica), el mayor centro alfarero de Galicia, son parte de esta oferta. Si se viaja con niños, este último es muy recomendable, ya que pueden sentarse al torno junto a un alfarero y probar las sensaciones del oficio modelando una pequeña pieza.
Y si lo que se desea es conectar de lleno con las gentes de la tierra, nada mejor que acercarse a la aldea de Segufe, en Coristanco, y preguntar por el Museo de Asunción Antelo, una mujer de 86 años que ha creado en su casa su propio museo y que guía al visitante por su colección de tallas de madera y esculturas al tiempo que por toda una vida de trabajo en el campo y de inquietudes creativas que canalizó a través de la escultura y de la poesía.
Coincide también en estas fechas la Fiesta del Congrio (Viernes Santo) de Muxía. En esta localidad se encuentran los últimos secaderos de congrio de Galicia, unas grandes estructuras de madera, llamadas cabrias, situadas al lado del mar, que pueden verse cerca del santuario de Nosa Señora da Barca. Con la Fiesta del Congrio, Muxía rinde homenaje a una tradición artesanal que se extingue —solo una familia se dedica al secado del congrio y su comercialización— y a un pescado cuyo consumo también está en declive.
Por lo demás, las celebraciones religiosas de Semana Santa en A Costa da Morte tienen mucho arraigo, y cada año ganan visitantes. El acto más afamado es la Romería del Santo Cristo de Fisterra, con la representación de un antiguo auto sacramental que narra el momento en el que un ángel comunica a las mujeres, entre ellas la Virgen, la noticia de la Resurrección de Jesús ante su sepulcro custodiado por soldados romanos. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, esta romería pone fin a la Semana Santa.
Entre todas las procesiones existentes, destaca por su concurrencia la del Santo Entierro y Rosario de la Buena Muerte de Laxe. Se celebra el Viernes Santo por la noche, y en ella hombres y mujeres, separados en dos grupos, cantan por turnos el Rosario de la Buena Muerte.
Como ves, A Costa da Morte es un destino muy completo. Ofrece turismo de naturaleza para los amantes del senderismo, por alguna de las etapas del Camino de los Faros, por ejemplo; turismo marinero en la lonja de Fisterra o en torno a los trabajos en los puertos pesqueros de cualquiera de las villas; turismo cultural por los museos y centros de interpretación; turismo gastronómico con protagonismo de los productos del mar y una fiesta gastronómica-etnográfica reivindicativa; y hasta turismo de sol y playa si el tiempo acompaña.
¿Te extraña ahora que A Costa da Morte sea uno de los destinos preferidos en Semana Santa?
Con tanto que ver y hacer por la Costa da Morte, no nos podemos mover de aquí, toca quedarse en casa esta Semana Santa! eso si, a ver si la lluvia nos da una tregua. Me ha encantado el post. Genial! como siempre 😉
Un saludiño.
Pues nosotros igual, nos quedaremos por aquí de guías turísticos con unos amigos. En mente subir el domingo a Fisterra, y acudir a la Romería do Cristo, pero nada seguro… Un saludo, y que lo paséis bien!!
só unha pequena puntualización. Asunción Antelo ten 93 anos e rara vez pode recibir os seus visitantes, como soía facer ata non hai moito tempo. Pero o seu humilde museo, cheo de diversas figuras e pezas de barro e madeira son dignas de admiración.
Acabo de descubrir o blog e paréceme moi interesante
Gracias por la aclaración, Laura. Ojalá que no se pierda su legado y se pueda seguir disfrutando. Saludos!
Lo que has comentado de Buño me parece de lo más apetecible para ir con el peque! Un motivo más para ir a la Costa da Morte, que tiene muchísimos 🙂
Muy muy muy recomendable, Inés. Os encantaría. Y no te digo nada al peque!!
CAMARIÑAS DEL ALMA
En tropel por abrazarse a tus tierras
descompuestos jinetes de batallas,
audaces trotamundos de mil guerras,
delirantes corceles de tus playas.
Cual, si finos bolillos, van bordando
una costa de caprichosas calas,
que la mar tenebrosa va calcando
del cielo colosales antesalas.
“Costa da Morte“, destino y morada;
ocaso efervescente de otra vida,
tenebrosa penumbra embrujada;
“ abra cadabra”… hechizada guarida.
Lamentos a una mar encadenados,
tragedias de mil navíos prisioneros;
abismos que retuercen endiosados
gemidos de intrépidos marineros.
En la cima de la roca más angosta
me inclino, Camariñas, mi adorada,
ante el templo sagrado de tu costa
y el amasijo de tu arte y tu espada.
Antonio Puertas
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Todo un lujo tener este bellísimo poema en el blog. Gracias, Antonio!
Gracias, Edurne. Esres muy amable conmigo.
A ti, Antonio, por compartir ese poema a tu Camariñas. Un saludo!