Historia y literatura en torno a la isla de San Simón
¿Sabíais que el escritor Manuel Vázquez Montalbán era un gran enamorado de Galicia y que aprovechaba cualquier ocasión para hacerle guiños? Uno de estos fue la ambientación de su novela «Erec y Enide» en la isla de San Simón, en el fondo de la ría de Vigo, elegida como sede del homenaje que recibe su protagonista, un viejo catedrático de Literatura Medieval.
Una década después de la publicación de “Erec y Enide” (2002), la isla de San Simón recibe el sobrenombre de Isla del Pensamiento, pues, tal como escribió en su novela Vázquez Montalbán, en ella la cultura “ha sido convocada, una vez más, para tapar los horrores de la vida y la historia y convertirse en su metáfora”.
Se refería el escritor catalán al tétrico pasado de San Simón, primero como lazareto y luego como cárcel franquista. ¿Qué mejor enclave que una isla oculta en el fondo de la ría de Vigo para confinar en el siglo XIX a tripulantes y pasajeros de los buques que navegaban por estas latitudes sospechosos de portar enfermedades infecciosas? ¿Dónde mejor que aquí para encerrar a más de 6.000 combatientes republicanos y anarquistas en la Guerra Civil y represaliados antifranquistas tras la contienda?
Afortunadamente ha sido rescatada, y actualmente acoge congresos de intelectuales, estadistas, científicos e investigadores de todo el mundo, cursos, conferencias y todo tipo de eventos culturales.
Lo que llamamos isla de San Simón son en realidad dos islotes –San Simón y San Antón– unidos por un puente de piedra, y se encuentra muy próxima a la playa de Cesantes (Redondela), casi a un paso con la marea baja. Sus viejas construcciones se transformaron en edificios para usos culturales y de ocio, y su masa arbórea constituye un auténtico jardín botánico que se recorre por paseos y plazas empedradas donde crecen palmeras, acacias, tilos, castaños, camelias, plátanos…
Y aunque al acercarse a la isla no puede evitarse pensar en lo que debió de ser la vida tras sus muros fortificados y custodiados por soldados, tampoco hay que olvidar que la
ensenada de San Simón no solo es el
primer escenario literario de las letras gallegas (el poeta medieval Mendinho cita la isla de San Simón en una de sus cantigas), sino también el más internacional de toda Galicia, de la mano de
Julio Verne y su obra “Veinte mil leguas de viaje submarino”.
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Puente de unión entre los islotes San Simón y San Antón, con el capitán Nemo sobre un pedestal, y un buzo, a la derecha. |
El pueblo de Redondela ha sido agradecido con el escritor francés, y en el lado que mira a la parroquia de Cesantes emergen del mar las figuras de un buzo y del capitán Nemo, que llegó hasta aquí en el Nautilus a aprovisionarse de los tesoros de América de los galeones hundidos en la histórica Batalla de Rande de 1702, para financiar con ellos sus secretas causas políticas.
Lo cierto es que este episodio de «Veinte mil leguas de viaje submarino» en la ría de Vigo apenas ha tenido otra trascendencia que la instalación en el Paseo de las Avenidas de Vigo de una escultura de Julio Verne sentado sobre un pulpo.
La isla está gestionada por la Fundación Illa de San Simón, dependiente de la Consellería de Cultura, pero carece de transporte regular. Solo funciona en los meses de verano, desde Vigo y/o Cesantes, pero entre el 1 de junio y el 30 de septiembre es posible realizar viajes organizados con la empresa Viaxes Loa.
Merece la pena recorrer los dos islotes para descubrir rincones como el cementerio de San Antón, donde están enterrados piratas ingleses y fueron fusilados presos antifranquistas; la capilla, o la plaza de los Poetas del Mar, donde se alzan esculturas en granito de los tres trovadores de la ría de Vigo, Mendinho, Xohán de Cangas y Martín Códax.
Y, por supuesto, detenerse en sus miradores acristalados en los extremos Norte (Boca da Ría) y Sur (Fondo da Ría) a contemplar las vistas de la ría, con el puente de Rande como emblema y las aguas calmas de la ensenada donde se crían las famosas ostras de Arcade (Soutomaior) y se pescan los sabrosos chocos de Redondela.
Con todo, la isla de San Simón no ha olvidado los horrores de la Guerra Civil española, y en memoria de los presos del franquismo cuenta con la exposición permanente “As paisaxes do illamento“ (“Los paisajes del aislamiento”)y la colección de fotografías “Rostros da Memoria”, retratos de represaliados gallegos, que también podéis visitar.
Como veis, la visita a San Simón no tiene desperdicio. Pero, como diría el capitán Nemo, “señor Aronnax, estamos en la bahía de Vigo y depende de usted conocer con todo detalle sus misterios”.
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Soy periodista. Cofundadora y directora de la editorial Belagua.
Trabajo en proyectos editoriales centrados en la comunicación turística de Galicia, y desarrollo tareas editoriales, de comunicación y de creación y gestión de contenidos para todo tipo de publicaciones.
Soy navarra, vivo en Vigo y adoro Galicia.
Tuve una dislexia, sí. Gracias a ti por leerla!
Gracias por la entrada!. La novela se llama «Erec y Enide»