Leyendas de Sálvora (II): leyenda del Hombre de Sagres
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Velero delante de la isla de Sagres. |
El archipiélago de Sálvora, en el Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, es un conglomerado de islas e islotes pedregosos de formas curiosas, rodeados de piedras que destapa la marea, bajos y arrecifes que han provocado cientos de naufragios. Especialmente complicado es el espacio que lo separa de su costa más próxima, la de Aguiño (Ribeira, A Coruña).
Aquí se encuentra el mítico Canal de Sagres, y aquí se sitúa otra leyenda gallega, la del Hombre de Sagres, que explica el porqué de los nombres de todas esas piedras que señalan las cartas náuticas, y nos traslada a un tiempo anterior a la romanización, cuando en Galicia vivía la tribu de los oestrymnios, y los pueblos celtas se extendían en oleadas por el Sur de Europa.
Cuenta la leyenda que todo aquel que osaba amenazar a los oestrymnios era objeto de un encantamiento y se convertía en piedra, y que el rey de la tribu celta de los saefes, deseoso de invadir los dominios de los primeros pobladores de Galicia, quiso eludir el encantamiento con una artimaña: su matrimonio con Forcadiña, la hija del rey de los oestrymnios. De esa relación nació Noro.
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Baliza de Pedras de Sargo. Al fondo, Isla Vionta. |
Pero, cosas de la vida, el malévolo plan fue descubierto y se produjo el encantamiento: el rey de los guerreros saefes quedó petrificado, con su lengua partida en siete pedazos, y la mandíbula y las muelas esparcidas por los alrededores. El rey saefe es, exactamente, el Hombre de Sagres, una piedra con forma humana que se encuentra en la isla de Sagres. Y su lengua, el islote Setelinguas. Al Oeste de Punta Falcoeiro, las piedras Conles Queixada son su mandíbula deshecha, y las piedras Moas, sus muelas, que en marea baja se ven frente a Setelinguas, en el Paso do Carreiro.
Forcadiña (frente a Punta Couso) y Noro (islote frente a la isla de Sálvora) fueron también objeto del encantamiento y reposan entre otros muchas piedras que son los restos de las embarcaciones y el ejército de los invasores saefes.
Éste es uno de los relatos más extendidos y el que se puede leer en la segunda parada de la Ruta del Faro de Sálvora. Sin embargo, existe una versión más completa, según la cual las piedras más famosas –Setelinguas, Conles Queixada y Moas–, no pertenecerían al rey saefe, sino a la propia Forcadiña.
Esta otra versión de la leyenda del Hombre de Sagres aparece recogida en el libro “Antiga dorna polbeira de Castiñeiras”, de Juan Pérez Martínez, “Xandomar”, un marinero jubilado de Ribeira, y cuenta que el rey de los saefes, que se había casado con Forcadiña con la finalidad oculta de hacerse con las tierras de los oestrymnios, veía cómo pasaba el tiempo sin lograr su propósito.
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Isla Noro. |
Saepes o Sephes –así se llamaba, en alusión al tótem de su tribu, la serpiente–, arremete entonces contra Forcadiña. La maltrata de tal manera que su lengua salta partida en siete pedazos (Setelinguas); la mandíbula (Queixada) va a dar a Punta Falcoeiro; los caninos (Os Canteiros) caen por el Suroeste de O Pragueiro; la cabeza (A Testa) va parar a Area Mesa (canal entre Sálvora y Vionta); las muelas (Moas) al Carreiro y los pechos de Forcadiña (A Dianteira) caen entre O Pragueiro y la isla de Sagres.
Al ver lo sucedido, el padre de Forcadiña le echa una terrible maldición a Saepes y queda petrificado en la isla de Sagres (Home de Sagres). La maldición alcanza a su ejército, a Forcadiña, a Noro, e incluso a los animales del poblado, todos convertidos en las piedras de llamativas y caprichosas formas que pueblan el archipiélago de Sálvora: el Cerdo, en la isla de Sagres; el Caballo de Insúa Vela, entre Sálvora y Sagres; el Caballo de Forcadiña, en la Forcadiña, o el Gallo de Vionta.
Esta versión de la leyenda del Hombre de Sagres refiere, además, otros muchos topónimos bien conocidos en la zona, como el Chapeu (sombrero) del Hombre de Sagres, que fue a caer cerca de la isla de Vionta; o los islotes Cabaceiro Grande y Cabaceiro Chico (un tipo de hórreos) y las piedras Os Asadoiros, que, junto a otros muchos elementos de la hacienda del rey saefo, habrían sido alcanzados también por la maldición del rey oestrymnio.
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Soy periodista. Cofundadora y directora de la editorial Belagua.
Trabajo en proyectos editoriales centrados en la comunicación turística de Galicia, y desarrollo tareas editoriales, de comunicación y de creación y gestión de contenidos para todo tipo de publicaciones.
Soy navarra, vivo en Vigo y adoro Galicia.
[…] de la familia de los Mariño, los primeros nobles dueños de la isla, hasta el porqué de los nombres de las piedras e islotes del archipiélago, pasando por la narración de una creencia sobre la Santa Compaña y la historia –esta sí, […]