Visitar la fábrica de Luis Escurís Batalla te reconcilia con las conservas de pescados y mariscos porque compruebas que, si son de elaboración artesanal, como es el caso, llevan asociados unos valores, una forma de hacer las cosas y de respetar la materia prima que se reflejan en su calidad suprema.
De la mano de la empresa de turismo creativo “Ponle cara al turismo” conocimos la pasada semana las interioridades de esta fábrica ubicada en A Pobra do Caramiñal (A Coruña), con 18 años de vida, cuyos propietarios son descendientes del Escurís que a mitades del siglo pasado llevó sus conservas a todo el mercado español.
Entre incubadoras, salseras gigantes, balsinas de cocción, tostadores y alguna otra máquina más, el encargado de la fábrica nos descubrió el meticuloso proceso de elaboración que justifica la diferencia de precios de unas conservas a otras. Aspectos claves: producto 100% de Galicia e ingredientes naturales para la preparación del escabeche y las salsas, además de que los mejillones, por ejemplo, se envasan sin barbas, los mariscos se clasifican por tamaños, y el importante detalle de que se enlatan libres de arenas. Todo en esta fábrica, excepto el empaquetado, se realiza de forma artesanal.
“Lo Bueno” y “Fuera de serie” son las dos marcas bajo las que se comercializa la producción de Luis Escurís Batalla. La ventresca de atún claro, el pulpo en aceite, las anchoas, las navajas al natural, los mejillones, los berberechos, las zamburiñas en salsa de vieira, los chocos en su tinta… destacan por su gran tamaño, su textura y su sabor. Son productos gourmets que en Galicia distribuye en exclusiva Gadisa (supermercados Gadis), y que en algunas de sus acciones de marketing, como la venta de packs regalo, vinculan su imagen a otras marcas de prestigio como son los vinos de Roberto Verino.
En temporada alta, llegan a trabajar en la fábrica 120 mujeres. La industria conservera siempre se ha nutrido de ellas, fundamentalmente porque los hombres iban a la mar. Además, la primorosa presentación del contenido de las latas de Luis Escurís Batalla, requiere la habilidad de unos dedos finos.
Como colaboradora de la iniciativa empresarial de turismo cumunitario, creativo e industrial “Ponle cara al turismo”, la fábrica Luis Escurís Batalla es un ejemplo de apuesta por el producto gallego de calidad y por el desarrollo económico de una comunidad altamente dependiente del mar, que abre sus puertas a los turistas deseosos de entrar en contacto con la población local y de empaparse de su cultura.
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